
Es la oración principal del cristianismo. Un diálogo entre deidades: la Segunda Persona de la Trinidad habla a la Primera y menciona a la Tercera. Lenguaje de Dioses. Es el Dios trino del Antiguo Testamento: el de la zarza ardiendo con Moisés, el los tres Caminantes que visitaron a Abrahán. Palabras de una profundidad abismal. No hechas por el hombre: elevadas, no mundanas. Jesucristo no bajó a la tierra cargado de medicinas o confort. Debe haber algo más importante que trasciende nuestra tierra, el universo, lo material. Quizás por eso Dios permanece oculto. Jesucristo fue pionero en dar sentido al misterio de la existencia humana. Y las claves están en esta oración.
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