
La figura de Cristo es probablemente la más estudiada de la historia. Una de las cosas que llaman la atención al leer los Evangelios es su gusto por los lugares tranquilos. Cristo y la búsqueda de la belleza son consustanciales. Tras su predicación en el desierto, eligió Cafarnaún como base para dar a conocer el Evangelio. Un lugar idílico junto al Mar de Galilea. Cristo inició su último viaje en Banias (Cesárea), hoy Parque Natural de Hermón. Aquí llevó a sus discípulos antes de ir a Jerusalén y entregó las llaves de la Iglesia a Pedro. Además, sabemos por los Evangelios que buscaba la tranquilidad de la montaña para orar.
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